Análisis del intercambio comercial entre Chile y Argentina

Análisis del intercambio comercial entre Chile y Argentina

Más allá de la actual coyuntura nacional y también internacional, que mostraron su influencia en las dificultades de las empresas argentinas para aumentar sostenidamente sus ventas al exterior durante 2002, la evolución del intercambio comercial con Chile es una muestra elocuente de las amplias, diversificadas y profundas relaciones que los dos países mantienen en el ámbito comercial, económico y empresarial.

Sin embargo, este proceso no ha sido tradicional. Por el contrario, recién en los últimos años, más precisamente desde comienzos de la década del ’90, la relación comercial entre Argentina y Chile ha evolucionado conforme a la de dos países que comparten la tercera frontera más larga del mundo, colocando esa relación en un lugar de singular importancia relativa, tanto para uno como para el otro país.

En esa década, que mostró una gran expansión del comercio exterior en ambos países, el intercambio ha aumentado en forma sostenida año tras año, incluso a una tasa promedio anual superior a la del comercio exterior total de cada uno de ellos. Esta relación es aún más evidente en el caso de las ventas argentinas a Chile, cuya tasa de crecimiento en el período duplicó las ventas a todo destino. Así, mientras que el intercambio comercial, medido como el comercio bilateral global, en 1990 fue de 615 millones de u$s, en 2002 esa cifra alcanzó a 3.288 millones, es decir, más de 5 veces la cifra de aquel año.

Esta magnífica evolución del comercio ha llevado a cada uno de estos dos países a ocupar un lugar privilegiado en el ranking de socios comerciales del otro, en la actualidad. En términos de ventas argentinas, Chile constituye el tercer destino de las mismas, habiendo superado, durante 2002, el 12% de las exportaciones argentinas a todo destino. Desde la perspectiva chilena, Argentina es su tercer socio comercial y primer proveedor a partir de 2001, desplazando de ese lugar a Estados Unidos.

Sólo recién hacia fines de 1998, como consecuencia de efectos externos -Chile sin dudas ha sido el país más afectado de la región por la crisis asiática-, pero también por motivos inherentes a la propia situación económica interna de ambos países, se ha producido una importante desaceleración del comercio bilateral, al punto que, tanto en 1998 como en 1999, las cifras del intercambio bilateral evolucionaron sólo de manera discreta. En el 2000, en cambio, se produjo una notable expansión de las ventas argentinas y una retracción, importante, de las ventas chilenas al mercado argentino. En el primer caso, la evolución del precio internacional del petróleo fue determinante para el incremento en las exportaciones argentinas, mientras que en el segundo caso, la retracción de la economía argentina incidió en la caída de ventas chilenas.

Durante 2001 y 2002 la tendencia se mantuvo: las exportaciones chilenas se contrajeron fuertemente, sobre todo el último año, mientras que las exportaciones argentinas siguieron mostrando un ritmo mayor de crecimiento, pese a que el precio de los combustibles se retrajo a niveles de 1999, hasta la mitad de 2002.

De esta manera, en los últimos años se puede observar que la evolución del intercambio bilateral arroja distintas realidades para cada uno de los socios, con un vigoroso crecimiento de las ventas argentinas y una reducción, muy potenciada por la crisis argentina, de las chilenas.